IM OPTICAS nº 2

MONOGRÁFICO 56 La naturaleza nos dotó de dos ojos para poder percibir el mundo en tres dimensiones. Como ambos miran, de manera coordinada y simultánea el mismo objeto bajo ángulos dispares, el cerebro puede recrear la profundidad estereoscópica. Gracias a este fenómeno, podemos emular la visión tridimensional a partir de imágenes planas de una misma escena, captadas bajo ángulos distintos. Si cada una de ellas llega a cada ojo por separado, por ejemplo a través de unas La visión olvidada NO DISPONEMOS DE UN OJO, A CADA LADO DE LA NARIZ, POR RAZONES DECORATIVAS. Por: Lluís Bielsa Elies gafas anaglifas (rojo/verde) o polarizadas (cines en 3D), el resultado de su fusión cerebral es la aparición de la tercera dimensión. Ambos ojos miran para ponerse de acuerdo con el objeto de fusionar sus imágenes respectivas en una única potencialmente procesable por las áreas visuales del cerebro, una percepción cuya tridimensionalidad añadirá más y mejor información para desenvolvernos en el entorno. Pasamos del “mirar” con los ojos a “ver” con el cerebro.

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