IM OPTICAS nº 2

55 Observemos que, frente a esta anamnesis, lo que podría interpretarse como una miopía por lo que respecta al motivo principal de queja, ya no es coherente con este perfil. Por otra parte, el hecho de que la pérdida visual “de lejos” sea reciente, nos descarta la presencia de un astigmatismo significativo. El retraso en los cambios de enfoque, la falta de hábitos lectores, las molestias oculares y la visión borrosa eventual de cerca, apuntan a un problema acomodativo, capaz de crear pesudomiopías vinculadas a la falta de flexibilidad del sistema al hacer cambios de distancia de visión. En muchos casos, el perfil del paciente infantil con disfunciones acomodativas no suele quejarse especialmente de problemas de cerca (salvo que se lo preguntemos), simplemente acaba por leer menos, en cambio refiere visión borrosa de lejos simplemente porque para él es más evidente. Su comportamiento postural suele ser radicalmente distinto al del adulto présbita: en lugar de alargar la distancia de lectura la reducen de forma significativa. Este REVIP corto, en apariencia contradictorio porque una distancia de lectura corta demanda una mayor acomodación, se debe a la preferencia del niño/a en identificar, con el mínimo esfuerzo, una letra grande y de bordes borrosos que una pequeña, de bordes más nítidos, pero exigente de un esfuerzo visual mayor. UNA ANAMNESIS ES COMO EL ENUNCIADO DE UN PROBLEMA

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