IM ÓPTICAS nº 3

CONVERSANDO CON… 16 Hemos pasado más tiempo delante de las pantallas, hemos usado más que nunca nuestra visión próxima. Se han acelerado un gran número de procesos. Las graduaciones se han disparado y las presbicias se han adelantado. Nos hemos visto sometidos en el confinamiento a grandes exigencias visuales, que requieren de un profesional que sepa resolverlas y de revisiones periódicas. David Calderón Rodríguez, CEO de Ópticas Visiorama, addictive technical eyewear y optiwake, cree que esta pandemia ha servido en ese sentido para valorar más aún la profesión. No sólo el paciente se ha dado cuenta de la necesidad que una buena visión tiene en su día a día y de la importancia de contar con una gafa graduada correctamente, y en muchos casos un repuesto. También los propios optometristas. “Cuando te llama alguien en un confinamiento agobiado, porque se le han roto las gafas o porque no ve, porque le ha variado la graduación, te das cuenta de lo valiosos que somos para la sociedad”, afirma. Por otro lado, la generalización de la cita previa en las consultas de los optometristas es algo que ha llegado con la pandemia para quedarse. Calderón Rodríguez señala que aporta profesionalidad, optimización del tiempo y personalización y dedicación exclusiva a los pacientes en cada cita. Le preguntamos qué es lo que exige a unas gafas y a unas lentes de contacto. Responde que hay que partir “de unos materiales con una buena calidad” y, sobre todo, “saber adaptar e individualizar cada tipo de lente, filtro, o material de lentes de contacto a los requerimientos visuales y características optométricas de cada paciente”. En el caso de lentes de contacto, “adaptación individualizada según tipo de lágrima y características de cada ojo”. Añade que han de estar apoyadas en una gran post venta. Asevera que hay que incidir más de lo que se está haciendo actualmente en esta faceta. “El optometrista debe estar formado y acceder a la tecnología de vanguardia” Ellos han intentado especializar cada uno de sus centros ópticos: visión deportiva, baja visión, contactología premium o visión infantil. Consideran que “existe mucha demanda de servicios optométricos a todas las edades” y les “encanta la diferenciación”. Calderón Rodríguez apunta que “la alta esperanza de vida hace que cada vez la especialización en baja visión sea más necesaria”. Por ende, los optometristas deben estar preparados y formados para poder ayudar a esta tipología de paciente. Lo mismo sucede con la visión infantil, donde se encuentran muchos problemas que afectan al desarrollo formativo de los niños. Es aquí donde tienen una responsabilidad social, en el manejo de la miopía para evitar problemas futuros asociados. “El optometrista debe estar formado, acceder a la tecnología de vanguardia, que conlleva grandes posibilidades, y estar muy atento a las necesidades visuales que la sociedad va precisando dados los nuevos estilos de vida”, reflexiona. Puntualiza que hay que adaptar los centros a dichos cambios para poder ofrecer los mejores servicios ópticos y velar por la salud de los pacientes. Visión deportiva Está especializado, entre otros ámbitos, en visión deportiva. Calderón Rodríguez aclara que es “ofrecer soluciones individualizadas a los deportistas en función ya no sólo de sus necesidades visuales, sino adaptadas a los requerimientos que cada deporte precisa”. Es decir, distintos diseños de lentes, filtros específicos y gafas que se adecúan a cada práctica deportiva específica. Hay que proteger sus ojos del sol y de los impactos. Asimismo, brindarles herramientas visuales que les hagan mejorar su rendimiento deportivo en cualquier situación climática. Respecto a los principales problemas que detecta como optometrista en las personas que practican deporte con regulariDavid Calderón Rodríguez, CEO de Ópticas Visiorama, addictive technical eyewear y optiwake

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