IM OPTICAS nº 5

65 En personas con buena visión, la imagen penetra en el ojo a través de los medios oculares hasta enfocarse en la retina. Este proceso se llama refracción. En cambio, cuando el ojo tiene un defecto refractivo, la imagen se proyecta de forma desenfocada en la retina provocando visión borrosa. Así, una persona con miopía, por ejemplo, ve borroso de lejos y bien de cerca; mientras que una persona con hipermetropía, se defenderá de lejos, pero estará incómoda de cerca. En cambio, si se detecta astigmatismo, el paciente tendrá visión borrosa a todas las distancias. En estos casos, es necesario el uso de gafas o lentillas; pero también existe la opción de cirugía refractiva con láser, una tendencia cada vez más en auge. La Academia Americana de Oftalmología asegura que, hoy en día, las técnicas de cirugía refractiva son más seguras y eficientes. Basadas en reducir la curvatura corneal para eliminar el exceso de potencia ligado a la miopía, considerando además la minimización de las aberraciones corneales. Por otro lado, en los pacientes con hipermetropía la cirugía refractiva puede hacer la córnea más curvada para aumentar el poder de enfoque del ojo. Otra disfunción refractiva que también mejora con estos procedimientos quirúrgicos es el astigmatismo. La cirugía ocular moldea la córnea astigmática de forma selectiva, para

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