IM OPTICAS nº 14

24 además de provocar de forma directa alguna patología como la coriorretinopatía serosa central, que afecta a la retina, comportan un mayor riesgo de sufrir diabetes, problemas del sueño, trastornos alimenticios y migrañas, lo cual repercute en la visión y empeora procesos como el ojo seco... Es un círculo vicioso”. Si el estrés es un problema que amenaza la salud ocular, las pantallas son la otra gran epidemia. Los hallazgos del III Barómetro de Bienestar Ocular se asemejan a los recogidos en el informe elaborado por la Asociación Visión y Vida, pero añadiendo que, además de aumentar la miopía infantil, el abuso de las pantallas incrementan los espasmos acomodativos especialmente entre las personas con presbicia o vista cansada, y el ojo seco, sobre todo con la menopausia. Según el especialista de Miranza, “se calcula que en el año 2050, el 50% de la población será miope. Algo que debe preocuparnos, ya que este defecto refractivo, más allá de ser un problema de graduación, conlleva mayor riesgo de padecer enfermedades de retina y glaucoma”. El oftalmólogo aconseja realizar descansos visuales mirando a lo lejos e incrementar la actividad al aire libre, además de valorar el tratamiento con colirios de atropina para frenar la miopía, especialmente en la edad infantil. Por su parte, Itziar Martínez Soroa, oftalmóloga de Miranza Begitek (San Sebastián), detalla que “la relación del ojo seco con las pantallas responde, principalmente, a la reducción del parpadeo al fijar la mirada en la pantalla, ya que los párpados funcionan como el parabrisas de un coche y la exposición ocular altera la película lagrimal y la superficie ocular”. La doctora aconseja la obtención de un diagnóstico preciso, ya que “se trata de una enfermedad multifactorial, que requiere un abordaje personalizado, para lo que, más allá del uso de lágrimas artificiales, actualmente contamos con tecnología aplicada, como la luz pulsada, y con la que logramos controlar de forma muy efectiva los síntomas de este creciente síndrome ocular”. Otro de los resultados del estudio de Miranza relaciona el mayor grado de preocupación y la mala percepción del estado ocular, siendo mayor en la franja de edad de los 41 a los 64. Martínez Soroa confirma que “los 40 son la ‘edad del susto’, en la que debutan los primeros problemas de visión para muchas personas, con la aparición de la presbicia o vista cansada, algo que ocurre, además, en una época de la vida plenamente activa y muy exigente tanto en el ámbito laboral, como familiar y social”. El III Barómetro de Miranza también refleja que más de la mitad de los españoles de cualquier franja de edad considera que no es posible evitar la magna: “No debemos olvidar los riesgos que una miopía magna conlleva: el 10% de los miopes con más de 15 dioptrías, según indican los datos, terminarán en ceguera y el 60% de los desprendimientos de retina se producen entre miopes magnos”, incide Ibáñez. En este sentido, teniendo en cuenta que la evolución miópica actual deriva del estilo de vida, el uso de las pantallas es uno de los factores a analizar. Al respecto, se conoce que casi siete de cada diez adolescentes usa el móvil antes de acostarse. En palabras de Lluís Bielsa, vicepresidente de Visión y Vida y creador de la regla 7/7 de pantallas para los menores incluido en el estudio: “Debemos tener en cuenta que, hasta los siete años del menor, no hay un tiempo recomendable para el uso de pantallas en lo que se refiere a salud visual: su sistema no está desarrollado para enfrentarse a ello y lo mejor es limitar su uso hasta pasada esa edad”. Aprobado raspado en salud ocular A nivel general, si se radiografía la salud visual de los españoles, las conclusiones no son tampoco nada positivas. Así lo indica el III Barómetro de Bienestar Ocular elaborado por el grupo Miranza, cuyas conclusiones ponen de manifiesto que los españoles logran solo un aprobado justo en lo que se refiere al estado ocular, con un 5,22 sobre 10, prácticamente el mismo que el año pasado. Si bien la mayoría de encuestados, un 75%, percibe su salud ocular como ‘razonable’, el porcentaje desciende al 3% si solo consideramos a aquellos que opinan que es ‘buena o excelente’. Cabe destacar que las personas que reconocen sufrir estrés o ansiedad (la mitad de los encuestados), son también uno de los colectivos que peor valora su estado ocular. Frente a esto, Jorge Alió del Barrio, oftalmólogo de Vissum Grupo Miranza (Alicante), expone que, “actualmente, estamos sufriendo las consecuencias de dos epidemias que impactan en la salud y el bienestar ocular. Y una de ellas es la ansiedad y el estrés, que, ¿Ha sido diagnosticado de alguna de las siguientes patologías médicas? Desprendimiento de retina Glaucoma Estrabismo Hipermetropía Miopía Presbicia Astigmatismo Fuente: III Barómetro de Bienestar Ocular. Miranza. 37,8% 33,6% 33% 13,8% 2,7% 2,2% 1,5%

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=