IM OPTICAS nº 14

25 pérdida de visión (solo cuatro de cada diez cree que sí lo es). Precisamente, una de las conclusiones más llamativas del estudio es la poca concienciación sobre la relación del estilo de vida con la salud y el bienestar ocular. Mientras sí se observa cierta relación con la herencia, la contaminación, el clima, todos ellos factores externos, “se desconoce o, tal vez, no se quiere admitir, su relación con hábitos que dependen 100% de uno mismo, de nuestra elección y, en gran medida, de nuestra fuerza de voluntad, como son fumar, la alimentación, el ejercicio físico”. Síntomas y patologías más frecuentes Por otro lado, el Barómetro refleja que al menos uno de cada tres españoles tiene síntomas de problemas visuales, siendo los más frecuentes, la sensibilidad a la luz, la visión borrosa, la sensación de pérdida de visión, la irritación, picor o escozor y la sequedad en los ojos. Además, astigmatismo, presbicia y miopía lideran el ranking de patologías oculares diagnosticadas. Como informa Ronald Sánchez, coordinador de I+D de Miranza y responsable del estudio clínico, se constata que en el 73,3% de los pacientes valorados en una primera visita oftalmológica y que resultan sufrir algún grado de enfermedad oftalmológica, la enfermedad más frecuente es el defecto de refracción (80%), como la miopía o la hipermetropía (hiperopía). Este tipo de problema de la visión se presenta cuando la forma del ojo evita que la luz se enfoque correctamente en la retina (una capa de tejido sensible a la luz en la parte de atrás del ojo), y la forma de identificarlo suele ser por el síntoma más común que causa, la visión borrosa. Otra de las patologías más frecuentes es la presbicia (49,3%), error de refracción que dificulta ver cosas de cerca. Ocurre cuando el cristalino deja de enfocar la luz correctamente en la retina, y se trata de una consecuencia normal del envejecimiento. De hecho, en mayor o menor medida casi todas las personas desarrollan presbicia a medida que envejecen, normalmente después de los 45 años. Le sigue las cataratas (21,3%), que se desarrolla progresivamente debido al envejecimiento del cristalino. Como señala el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), es la primera causa de discapacidad visual en el mundo (17 millones de personas padecen ceguera evitable por catarata), y por lo tanto, la enfermedad de los ojos más operada en países desarrollados, con alrededor de 400.000 personas intervenidas al año de cataratas en España. La intervención consiste en la sustitución del cristalino opaco por ¿Crees que ves mal o que podrías ver mejor? ¿Necesitas gafas o lentillas para ver bien? ¿Tienes miopía? Andalucía 55,7 36 32,2 Aragón 52,1 36,9 25,8 Castilla-La Mancha 53,4 41,7 31,9 Castilla y León 52,2 30,9 27,2 Cataluña 60,9 36,2 30 Com. Madrid 55,1 37 29,4 Com. Valenciana 56,1 36 31,6 Galicia 50,1 32,1 26,4 Región de Murcia 52,5 34,8 29,8 Promedio 55,4 36,2 29,6 Miopía entre los jóvenes % Fuente: El estado de la salud visual de los adolescentes en España. Fundación Visión y Vida. una lente artificial en el momento que afecta la calidad de vida y autonomía del paciente. También la prevalencia del ojo seco es bastante destacable y merece ser desgranada. No en vano, se trata de una enfermedad crónica, multifactorial y cada vez más frecuente, cuya incidencia aumenta alrededor de un 15% cada año en las consultas de oftalmología, según los expertos del IMO. Actualmente, se estima que afecta a cinco millones de españoles (11% de la población). En palabras de José Luis Güell, experto en cirugía corneal de IMO Grupo Miranza y expresidente de EUCORNEA, “hemos experimentado un aumento del número de casos de ojo seco en nuestras consultas, especialmente, tras la pandemia. El uso cada vez más habitual de pantallas hace que parpadeemos menos, aumentando la sequedad ocular porque la lágrima no se distribuye bien en la superficie del ojo. También influyen determinados hábitos de vida, como el tabaco (incluyendo al fumador pasivo) o la exposición a ambientes secos (aires acondicionados y calefacciones)”. Asimismo, cierto tipo de medicación, como los fármacos antidepresivos o antipsicóticos, así como algunas enfermedades, básicamente autoinmunes, también actúan como desencadenantes del ojo seco, “al alterar el funcionamiento de las glándulas de Meibomio, responsables de aportar lípidos a la lágrima”, explica el experto. Ahora bien, es muy importante no confundir la enfermedad del ojo seco con la sequedad ocular, que suele ser el primer síntoma de esta patología y de otras enfermedades asociadas, como la blefaritis, una inflamación del borde del párpado. Sin el tratamiento adecuado, todas ellas pueden llegar a desencadenar patologías graves, como úlceras corneales, y poner en riesgo la vista. Por ello, “es muy importante, ante cualquier síntoma o molestia, visitar al oftalmólogo para descartar o diagnosticar a tiempo un ojo seco y, en ese caso, prescribir un tratamiento eficaz y personalizado para cada paciente”, concluye Güell.

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