IM OPTICAS nº 14

26 SALUD VISUAL De hecho, y tal como explica Lluís Bielsa, vicepresidente de la Asociación Visión y Vida, “creemos que el uso intensivo de pantallas, así como otros factores fisiológicos y naturales, están provocando el aumento de manera alarmante de problemas visuales como la miopía”. En concreto, señala que en el estudio El estado de la salud visual de los adolescentes en España, llevado a cabo por la Asociación Visión y Vida en colaboración con Fundación Mapfre y Correos Express, muestra que la mitad de los jóvenes de 12 a 16 años cree que ve mal, y el 29,6% se considera miope. “Por otro lado, desde 2017, en promedio, a estos adolescentes les ha aumentado su graduación en dos dioptrías”. Y en la muestra estudiada, en estos cinco años, la miopía magna (más de seis dioptrías) ha pasado de afectar del 1,3% al 8,2%, en promedio de los dos ojos. Sin duda, se trata de unos datos alarmantes, según el experto y para todo el colectivo. “Recomendamos que los menores de siete años no utilicen pantallas” Además, señala que no podemos olvidar que la miopía es considerada y una pandemia para la OMS y que, “si no hacemos nada por remediarlo, cada vez habrá más jóvenes afectados en España”. Si bien, entre las principales afecciones se encuentra la miopía, “también tener los ojos rojos, sequedad ocular, visión borrosa o fatiga visual se asocian al uso intensivo de pantallas”. Uso de pantallas, perjudicial para todos Cuando hablamos que el uso del móvil y de las pantallas es perjudicial para la vista, lo hacemos para toda la población en general. Lluís Bielsa nombra que el uso de la visión próxima de manera intensiva es perjudicial para la visión de cualquier persona, ya que el sistema visual está diseñado para mirar en largas distancias. “Esto afecta especialmente a los menores”, aclara, y añade además: “Por ello, creamos nuestra campaña 7 a 7”. En primer lugar, recomiendan que los menores de 7 años no utilicen pantallas. Esto se debe a que antes de esa edad el sistema visual no está desarrollado y a la hora de visualizar la pantalla (muy cerca de su cara) se provocan problemas de convergencia ocular (centrado) y acomodación (enfoque). “Además, como la pantalla mide poco, limita los movimientos oculares amplios del menor y, como consecuencia, reduce su motilidad ocular”, señala. Por otra parte, la pantalla emite luz artificial que el menor recibe en sus ojos desde el dispositivo. Asimismo, las pantallas carecen de visión tridimensional, algo que fomenta que los menores crean que el mundo es plano. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, “en un menor, aún en proceso de desarrollo del sistema visual, usar pantallas está sobre estimulando al sistema, perdiendo su consciencia visual del espacio”. EL USO EXCESIVO Y PROLONGADO DE LAS PANTALLAS ENTRE NIÑOS Y ADOLESCENTES ESTÁ HACIENDO QUE LA SALUD VISUAL SEA UN TEMA DE PREOCUPACIÓN A TALES EDADES. LIMITAR SU UTILIZACIÓN Y HACER MÁS ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE PUEDEN SER POSIBLES SOLUCIONES EN LA MEJORA DE SU SALUD VISUAL. LLUÍS BIELSA, VICEPRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN VISIÓN Y VIDA

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