IM OPTICAS nº 5

7 Andrea González Central Óptica (Cantabria) A Andrea González Casanueva, optometrista y gerente en Central Óptica de Cantabria, esta profesión sabía que le apasionaba desde pequeña porque su padre es óptico. Con estudios realizados en España, máster en Reino Unido y la convalidación del título en EEUU, para ella “la optometría es una profesión de atención primaria de la salud en la que realizamos una labor muy importante en la detección de patologías, compensación y rehabilitación visual. Es una profesión muy reconfortante, ya que podemos ayudar a nuestros pacientes de muchas maneras, haciendo su vida más fácil y cómoda”. En su consulta ve pacientes con edades muy dispares, “desde pequeños de 4-5 años, para su primer examen visual, hasta personas mayores que necesitan ayudas de baja visión”, explica. Realizando atención primaria, contactología, terapia visual y baja presión. “Lo que más nos encontramos son présbitas que buscan ayudas para mejorar su calidad de vida, con lentes progresivas u ocupacionales, así como con lentes de contacto multifocales. También realizamos muchas revisiones rutinarias de toma de presión intraoculares o cataratas”, puntualiza. Entre tanto cliente es normal que haya ocurrido más de una anécdota. Andrea González nos comenta varios ejemplos, como “leer números en lugar de letras, sentarse en el apoyapiés o perder la banqueta a la hora de sentarme y caerme frente al paciente”. Y puntualiza, no solo en las consultas “también en la tienda, donde al preguntar a una clienta antes de hacerse las gafas si tenía la graduación, ésta contestó: sí, tengo el bachillerato”. Con el Covid-19 han tenido que “aprender a graduar con las gafas empañándose constantemente o mirar el fondo de ojo con lente 90Dp, apoyándonos en las mascarillas para evitar el vaho”, señala Andrea González. Además de observar “mucha más patología ocular en la consulta, por el miedo de los pacientes a acudir a urgencias si no era estrictamente necesario”, explica. Una adaptabilidad que puede ayudar en el futuro hacia el que se dirige el mundo de la óptica. Para Andrea González, “estamos viendo que cada vez se digitalizan más las consultas. Hasta el punto de que podemos graduar o hacer biomicroscopia a distancia”. Del mismo modo, asegura, “ahoramismo estamos encaminados a la prevención de defectos refractivos, como la miopía en niños y adolescentes. Es una realidad que cada vez más niños necesitan gafas y desde edades más tempranas y, por fin, tenemos métodos para poder frenar esta epidemia de la miopía”. A pesar de todos estos avances, esta experta cree que hay un aspecto que debería cambiar en su profesión. “Me gustaría que se entendiese un poco mejor esa labor de atención primaria que realizamos. Que los ciudadanos fuesen conscientes de nuestra profesión, para que pudiesen confiar más en nosotros”, constata. Y añade: “La labor de atención primaria que realizamos es fundamental para la correcta derivación de posibles patologías. Ya no solo oculares, sino sistémicas. Como, por ejemplo, la hipertensión que puede detectarse a través del fondo de ojo”, concluye. ““LA LABOR DE ATENCIÓN PRIMARIA QUE REALIZAMOS ES FUNDAMENTAL PARA LA CORRECTA DERIVACIÓN DE POSIBLES PATOLOGÍAS, YA NO SOLO OCULARES SINO SISTÉMICAS”

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