IM OPTICAS nº 6

41 Prevención y buenos hábitos Existen algunos factores que podrían empeorar la visión, como la edad o el uso excesivo del móvil. Hoy día, la tecnología está presente en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad. Los jóvenes y sus clases online, los adultos y el teletrabajo, la e-medicina o las compras online. Y, en los ratos de ocio, la televisión a la carta o los teléfonos inteligentes despuntan. En este sentido, a la hora de estar frente a alguna de estas pantallas, es importante tener buenos hábitos. Por ejemplo, es recomendable ajustar el brillo de la pantalla y mantener una distancia adecuada. La fatiga visual se puede prevenir, por ejemplo, con una adecuada iluminación de la estancia o despacho, donde prime la luz natural siempre que se pueda. Luego, se aconseja realizar pausas de cinco minutos cada hora. Levantar la vista, mirar hacia lo lejos, pestañear… para que la vista pueda descansar y mantener los ojos hidratados. Con el uso abusivo de dispositivos electrónicos, cada vez es más común no mirar a distancias más largas. Por eso, es un buen ejercicio mirar de lejos y practicar esta función visual. Otro de los consejos a seguir para cuidar de la visión es pestañear de manera frecuente, usando lágrimas arti ciales si es necesario para garantizar una correcta hidratación de los ojos. Y es que uno de los problemas oculares más frecuentes es, precisamente, la sequedad. Mientras que el globo ocular está protegido, la super cie del ojo está constantemente expuesta a factores externos como el humo, el polvo o el viento. Todos estos elementos pueden producir irritación o sequedad y, a la larga, se puede producir una disminución de visión. Por eso, y como medida preventiva, se recomienda proteger siempre los ojos cuando se realizan actividades al aire libre (deporte, por ejemplo) o actividades de riesgo (como usar una sierra o hacha). Finalmente, trabajar mucho y descansar poco es una mala fórmula y con esto solo se consigue aumentar el estrés ocular. Para preservar una buena vista es importante también incorporar ciertos alimentos a la dieta habitual. Por ejemplo, las zanahorias son ricas en beta-carotenos y mejoran la visión, o los huevos, que tienen un alto contenido en vitamina A y ayudan a evitar la degeneración macular de la retina. Mediante una buena alimentación, se le da a los ojos aquello que necesitan para estar sanos. Es decir, un aporte regular de vitaminas y nutrientes ayuda a mantener los ojos, y al organismo en general, en plena forma de una manera muy sencilla. Muchas de las vitaminas y antioxidantes que mejoran de forma natural la vista están presentes en alimentos muy comunes como las espinacas, el calabacín o la mantequilla. Es decir, para proteger los ojos y la visión hay que tomar consciencia de su importancia y entender cómo funcionan, qué necesitan y por qué los ojos están rojos, irritados, cansados, etc. Comprendiendo qué pasa en cada una de estas situaciones es más sencillo cuidar de los ojos y de la visión. La importancia de las revisiones Cuando se trata de problemas comunes de la visión, como la presbicia o el ojo vago, algunas personas no saben que po-

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