IM OPTICAS nº 9

39 y resistentes, filtran los rayos UV en un 98% y sus cristales pueden tintarse de cualquier color. Pero su principal desventaja es que se rayan con mucha más facilidad. Dentro de cada una de estas categorías hay diferentes materiales: las lentes de policarbonato, las de plástico de alto índice, Trivex y vidrio Crown, entre otros. Todos ellos con un índice de refracción y un valor Abbe diferente. Este valor es la manera en la que se mide la amplitud con la que los lentes dispersan las ondas de luz que pasan a través de ellas. Los materiales con un valor Abbe más bajo es probable que causen dispersión de los colores debido a la aberración cromática, representando aureolas de colores alrededor de los objetos. El valor Abbe de los materiales de lentes disponibles actualmente varía, desde un alto 59 del Vidrio Crown, hasta el bajo de 30 del policarbonato. Tratamientos para lentes A todas estas lentes, además se les pueden añadir diversos tratamientos. El llamado fotocromatismo, que son esas lentes que permiten adaptarse rápidamente a los cambios de iluminación, aclarándose en interiores y oscureciéndose ante el sol. Un tratamiento antirreflejos, que reduce el deslumbramiento de luces o incluso polarizado en las gafas de protección solar, incluso un tratamiento antirayado, que consiste en aplicar una fina película sobre la lente, que le otorga una dureza hasta 10 veces mayor. Ideal para los más pequeños de la casa. Las lentes pueden ser estándar o personalizadas. Las primeras son las conocidas como ‘gafas premontadas’, listas para usar en caso de necesidad puntual. Suelen ser lentes para tener un par de gafas más sencillas o para gafas de urgencia. Se fabrican mediante un proceso de moldeo por inyección, en grandes cantidades y sus parámetros de medición del centro óptico están generalizados y son totalmente estándares. Ofrecen una adecuada corrección visual, pero sin llegar al rendimiento de precisión que se obtiene con unas lentes individualizadas. Las lentes personalizadas o de prescripción son aquellas que se adaptan desde el stock o se fabrican expresamente para cada caso y para cada persona. Son la mejor opción, ya que se realizan en función del tamaño, la talla, el movimiento y las necesidades específica de los ojos de cada paciente. De esta forma, se consigue una visión más nítida, más clara y un mejor contraste. Casi en la totalidad de los casos, estas lentes se crean utilizando la tecnología freeform. Una avanzada técnica de fabricación, desarrollada por Zeiss, que después se ha adaptado a toda la producción óptica. Inicio del proceso de fabricación y mediciones El proceso de fabricación de las lentes oftálmicas empieza en el óptico optometrista u oftalmólogo. Es el profesional el que determina el tipo de lente que necesita cada paciente, al tiempo que realiza las mediciones necesarias para adaptar esas lentes a la montura elegida. Esas mediciones, así como su graduación, se pasarán al fabricante de lentes para que éste fabrique el producto personalizado a cada cliente. Es muy importante la medición de la distancia interpupilar o DIP, es decir, la distancia entre las pupilas de ambos ojos, para determinar el centro óptico de las lentes. No valen errores, porque diferencias de milímetros pueden ocasionar que las lentes no puedan cumplir su función correctamente. Por ello, y dado que las personas no son simétricas, es preferible medir también la distancia naso pupilar, entre la nariz y cada una de las pupilas, para determinar, con más precisión, dónde colocar el centro óptico de la lente, que es el lugar de máxima calidad de visión. La distancia interpupilar es diferente en la visión de cerca que en la visión de lejos. Lo normal es tener entre 2 y 3 mm menos en cerca, por lo que deben medirse las dos, en el caso de lentes de cerca y progresivas. Esta medición se puede hacer manualmente con una reglilla milimetrada o con aplicaciones o instrumentos específicos, que toman las medidas. Es fundamental no equivocarse. Porque si el centro centrado óptico no es correcto, puede provocar aberraciones, que se acentúan en el caso de mayor graduaciones o en las gafas progresivas que además exigen la toma de más parámetros, como la altura de centrado, la distancia de vértice, el ángulo de inclinación o el de envolvencia del frente de las gafas, así como factores del movimiento de ojos y de cabeza. Para asegurar la prescripción realizada, el óptico utiliza el lensómetro o frontocómetro, que mide las diferentes propiedades de una lente. Tales como el centro óptico, la potencia refractiva de la lente, el grado prismático o el eje del cilindro. Corrigiendo posibles errores. Importancia de un profesional Dada la importancia de todas estas mediciones, es fundamental el papel del profesional, para garantizar un resultado final óptimo. Comprar lentes graduadas online, por ejemplo, sin la ayuda de un profesional, puede resultar un auténtico desastre, y el dinero ahorrado por su precio más económico, perderse totalmente por la ineficacia e incomodidad de estas lentes. El profesional también ratificará que, una vez las lentes fabricadas llegan a la óptica, éstas se correspondan exactamente con las solicitadas para su paciente. Con la graduación adecuada y el centro óptico en su sitio. Consiguiendo así unas lentes que compensen eficazmente sus problemas visuales y obteniendo una visión nítida, cómoda y eficiente. Fuente: Libro Blanco de la Visión en España 2022 Elaboración: Departamento de Diseño: IM Ópticas Monofocales 65,7% Progresivas 33,9% Bifocales 0,5% Ventas por tipo de foco en 2021

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